domingo, 15 de noviembre de 2009

Capitulo 1 - Discusión = Desesperación

1920 - Cerca de Central, un camino…

Se podía observar que era un día lluvioso y en el medio del camino alguien caminaba como si no pasara nada.

-Supongo que no falta mucho para llegar a... - suspira levemente y abre el libro que sostenía – Según este libro, tengo que seguir caminando hacia el norte y luego llegare a esa ciudad… -sacude la cabeza y grita – ¡Pero demonios ni siquiera sé cómo se llama!

La persona quien hablaba era una niña de no más de 12 años aproximadamente, de estatura normal (lo aclaro para que no piensen que tiene el mismo problema que Ed), su piel era muy parecida al color de la nieve invernal, sus cabellos eran castaños claros combinando con un oscuro en la parte de atrás de la cabeza, sus ojos eran lilas un poco oscuros que reflejaban bondad, pero a la vez, preocupación y miedo; y su vestimenta era muy sencilla: un vestido color negro pálido que le llegaba hasta por debajo de las rodillas y una capa tipo campera blanca cubría todo su cuerpo.( sus zapatos eran normales *-*). En su espalda colgaba su mochila, donde guardaba su libro que tenía un círculo de transmutación en su tapa, era muy grueso y en ocasiones parecía que cargaba una roca.

Al mismo tiempo, la ciudad de Central se preparaba para pronto presenciar los exámenes para la elección de los nuevos candidatos para llegar a ocupar un cargo en el Estado como un alquimista confederado, en cierta forma, un perro de los militares.

Luego de la misteriosa desaparición del Jefe Rey Bradley (era orgullo, uno de los homúnculos), según las fuentes cercanas a los hechos, dieron a conocer que él había desaparecido espontáneamente sin dejar rastro; aunque algunos sospechaban que lo habían matado por ordenes para derrocarlo del poder y evitar las rebeliones que ocurrían en ese momento, por ordenes explicitas del Teniente Coronel Mustang, y sus cómplices y aliados en los que se encontraban Alex Louis Armstrong y otras influencias de gran peso político.

El nuevo encargado de controlar al Estado y sus relaciones con otros estado vecinos había sido designado por el Comité formado por los sectores más poderosos del Estado. Este cargo era del Teniente en Jefe Mayor (estoy inventando nuevas categorías) Russell Vruscknell de nacionalidad extranjera (muy extranjera, casi parece extraterrestre TT-TT) Las ciudades de Aquoroya, Quishua, Yushuell, Dublis, Risenbull, Lior, Xenotai (creo que esas son las que aparecen en la serie… creo… así que estas son las nuevas)—(Tampoco sé si las escribí bien), Tomblit, Esmerald, Ciudades del Norte Confederadas y otras cuantas Orientales y occidentales (XD) habían firmado un pacto del tipo político para evitar las guerras entre ellas mismas o la rebeliones interiores y decididamente actuar con ideas pacificas que transmitieran paz y libertad.

Al otro lado de la puerta…

Múnich, Alemania, 19… (No se qué año es, pensemos que es el año 1926 aproximadamente)

Era un día soleado y el cielo estaba totalmente despejado, solo se podía sentir una suave brisa cálida. Edward se encontraba recostado en una pradera, mirando el cielo, hundido en sus pensamientos. El ya había cumplido los 19 años hace un par de meses, pero aun sentía una tristeza que él no podía explicar.

-mente- Si algo hubiera sido diferenteSi nunca hubiéramos hecho la transmutación humana... Puede ser que algo hubiera cambiado… pero la cuestión… es… ¿Qué cosa o… qué hecho? - levantó el brazo, lo apoyó encima de su cara, y al mismo tiempo, suspiró.

Al y Eri estaban sentados sobre un tronco viejo, con una caña de pescar en la mano. Entre ellos dos solo habían podido pescar 000 peces. Aunque parecía poco, (en realidad nada) tenían esperanzas de, por lo menos, pescar uno antes del anochecer.

-Esto es imposible… pero no tendríamos que rendirnos ahora – expresó Erick con un tono irónico

-mente- ¿Por qué Ed esta tan triste? Ha estado así desde hace tiempo… no lo entiendo algo le pasa pero… ¿qué le preocupara? – Al dirigió su mirada hacia su hermano y se levantó sin que el otro se diera cuenta.

Eri miraba fijamente su caña de pescar -Al, ¿estás bien?Creo que te preocupas mucho por él, antes de que vos te reencontraras con Ed, su estado pudo ser peor… eso me conto,.. Pero ya se le pasara – intenta lanzar el anzuelo, otra vez, y se detiene porque se da cuenta de que Al estaba con Ed… Eso significaba qué estaba hablando solo desde hace un rato; una gran venita en la cabeza se le podía distinguir junto con una mirada de enojo inmenso.

-¡AL!, Creo que pesque algo… ven apúrate – ese era su intento de traerlo pero no funcionó porque Al estaba con Ed en medio de una discusión.

En medio de la discusión…

-¡Al, suéltame! ¿¿Por qué haces esto??Siempre te alteras por todo…esa actitud es muy dominante e impulsiva en vos… ¿nunca te diste cuenta? - gritaba Ed con furia y al mismo tiempo intentaba escapar de su hermano

- No iras a ningún lado hasta que me digas por que estas así, desde hace tiempo que estas con el mismo animo… ¿Por qué no quieres hablar? – replicaba Al, levantando el puño.

- No es para tanto… ¿no lo crees así?, solamente pensaba en todo lo que tuvimos que pasar para llegar a recuperar todo lo perdido, al fin lo conseguimos pero… ese en un principio fue toda nuestra meta y la alcanzamos pero perdimos toda nuestra niñez y un poco de la juventud, ahora… ¿qué? La solución para arreglar nuestro gran error insignificante fue gran parte de nuestra vida y ahora aquí lo único que podemos llegar a hacer es… se detuvo porque Al lo golpeo con su puño en la cara, Ed cayó sentado y de su boca salió un pequeño hilito de sangre.

-¡Entiende! – le gritó a Edward con una postura muy firme – No puedes decir que todo fue para nada, todo lo que hicimos: nuestros errores, la culpa insostenible por hacer la transmutación humana, las cosas que hicimos bien, el esfuerzo para conseguir algo que nosotros creímos imposible y todo; nos trajo aquí para algo que seguro no sabemos que es, ahora… - hizo una pequeña pausa y se acercó más a su hermano - pero luego entenderemos mejor las cosas. – empezó a tranquilizarse.

Eri se acercó hacia el lugar donde estaban ellos.

- ¿Por que pelean si son hermanos? – Dijo Eri con el ceño fruncido y los brazos cruzados- creo que no comprenden que las peleas entre ustedes mismos no arreglaran nada. – Suspiró – ¿¿siempre fueron así??

Edward se levanta y se va hacia donde estaba el automóvil (de la época antigua), con una expresión melancólica en su cara. Al lo estaba por seguir pero Erick lo detuvo.

Se podía observar que la noche había llegado, las estrella iluminaban el cielo con su resplandor.

- … ¿Algo malo sucederá con él? – Mente – ellos eran muy unidos antes, según lo que me contó Ed pero porque ahora parecen ser tan diferentes, sus diferencias provocan siempre las peleas – Al…¿¿ qué crees que le moleste a Ed para que este así?? – pregunta Eri mirando la cara preocupada de Al

- No lo sé… pueden ser muchas cosas… -Mente- puede ser que extrañe a Winry, o a Pinaco que son nuestra única familia, o puede ser que quiera volver al otro mundo para sentirse en casa, como debe ser – se queda pensando - … Creo que extrañe todo, en especial la Alquimia, porque eso fue lo más importante para nosotros. – respondió dudosamente.

- Vamos, ya es tarde y déjate de preocupar por Edward, el estará bien – dijo cálidamente Eri.

-Tienes razón, vamos.

Ambos se van caminando hasta donde está el auto y se suben a él, que es conducido por Ed.

En el otro mundo…

-¡¡¡ AH!!! , Por qué justo ahora tiene que llover?, no lo entiendo… así nunca llegare – lo dijo gritando hacia la lluvia. (En verdad, desde el comienzo del día estaba lloviendo pero ella no se dio cuenta porque estaba muy pensativa)

- Esta anocheciendo y yo aquí, no puedo hacer nada – frunce el ceño y mira con desprecio todo lo que estaba a su alrededor.

De repente, empezó a llover con más intensidad, y lo único que pudo hacer, fue correr hacia debajo de un árbol pero parecía muy arriesgado ya que era una mala idea porque había rayos. Pensó poner en práctica lo que había leído, intentar hacer alquimia; hizo el círculo de transmutación en el árbol y lo transformó en una pequeña carpa de madera. Se quedo leyendo adentro hasta que la lluvia pare.

Creo que no estoy tan lejos… pero por lo menos pude transmutar algo… no como en los otros intentos. – Se agarra la cabeza y piensa.

Debo encontrar la manera de recuperar mis recuerdos y según este libro podré responder todas mis preguntas en esa ciudad.

La lluvia se había detenido pero aun el sol no había salido, por ese motivo, la niña decidió dormir un poco hasta que amanezca.

El sol iluminó todo a su paso, eso significaba que era de día; la niña se levantó rápidamente y siguió su camino.

En Central, muchos alquimistas se preparaban para el próximo examen de ingreso, el cual iba ser mucho más complicado, ya que se habían postulado varios y la comitiva era muy exigente porque el año anterior ninguno de los que se presentaron aprobaron el último examen de destrezas físicas.

Armstrong y Mustang iban a presenciar el examen al igual que el Jefe. La niña llegó a Central y se encaminó directamente al edificio de la sede central de la ciudad. Cuando ingresó se encontró con Armstrong que estaba saliendo del lugar; y pensó:

- Creo que solo las personas verdaderamente fuertes o con una apariencia similar pueden ser alquimistas… ¡que estoy pensando! – golpeando el piso

- ¡Eso no puede ser así y lo voy a demostrar! – con una energía positiva, lo demostraba.

-¿La puedo ayudar señorita?- dijo la secretaria que se encontraba en el centro de la sala principal

- Lo siento, pero lo único que quería era averiguar de quien es este libro que encontré

-¿Me lo puedes mostrar?- dijo la secretaria, un poco desinteresada.

-Claro…Debo saber de quién es, para saber algo muy importante.- mente- En realidad es para saber quién soy, pero a ella no le importara que yo le diga eso.

-No tengo ni idea, porque no vas a la sede de la biblioteca, de seguro encontraras el nombre del autor de este libro – argumentó con una voz muy desinteresada y la expresión de su cara (jamás ayudaría a una niñita como vos) se podía notar… un poco mas y le tira el libro en la cabeza.

-Gracias, lo haré…Otra pregunta más: Porque hay tantas personas que están circulando en las calles? – dijo pensativamente

-Oh si debe ser porque dentro de casi dos semanas se llevara a cabo el próximo examen para recibirse como alquimista estatal, no lo sabías es algo obvio, tantos hombres tan apuestos y… otros no… pero eso no importa. – se sonrojó y evitó mirar a la niña. Uo.o

- ¿En serio? ¿Y cómo hay que hacer para inscribirse o que hay que hacer? – Mente – esta persona es un poco histérica pero debo intentar sacarle más información – desvío su mirada a un costado.

-Solo hay que cumplir con una serie de requisitos pero porque preguntas? Tienes algún pariente varón?

- No, pero yo quiero inscribirme. – Mente- después de media hora, creo que se entero que yo era la que quería inscribirse. >.< - mirada de enojo con una venita gigante en un costado de su frente, demostraba su respuesta.

-¡JAJAAAA!-risa que se escucho hasta el otro lado del mundo y en el espacio - ¡Eso es imposible solo los hombre mayores que vos pueden tomar este examen así que tu no podrás tomarlo!… pequeña niñita, así que puedes ir a buscar a tu mama e irte de aquí porque me hiciste perder mucho tiempo valioso de mi trabajo. – le señaló la puerta.

-una gran llama de furia interna se hizo visible y la niña gritó- ¡Eso no es justo! ¡No puedo tomarlo porque soy una niña… y tu quien eres! golpeó el escritorio y sacó algo del bolsillo de su campera

-Una persona mayor que vos así que te puedes ir… niñita. Es cierto así que no insistas. – le dijo intranquilamente.

NO! Haré todo lo posible y vera que yo haré ese examen y lo aprobaré en su cara. – mente – en su cara de gritona, insoportable y… muchas cosas más que es, la cosa de secretaria- … ja ja… - risa diabólica y una expresión medio sospechosa para hacer algo inimaginable.

-Ya lo veremos, así que te podes ir ahora mismo… - muestra una cara de ganadora.

- No lo creo, primero te dejare un pequeño regalito… ja ja y jamás me olvidaras – se agachó y dibujó un pequeño círculo de transmutación en el piso, y luego puso sus manos sobre el mismo… un gran haz de luz violeta surgió e iluminó toda la habitación.

-¡Ay, mis ojos! no puedo ver nada – exclamó la secretaria

La niña salió del lugar, aun estaba enojada por la pequeña discusión pero sabía que su venganza ya estaba en marcha.

- Esa maldita niña… - dijo con enojo – Si la vuelvo a ver la mataré.

Ella escuchó un sonido extraño detrás de ella, cuando se dio vuelta… le cayó todo el muro que estaba detrás de ella.

-NOOOOOOOOOOOOOOoooooooooooooo……………….!!!!! – gritó desesperadamente, pero como estaba paralizada no se pudo mover.

Eso fue lo último que se escucho de ella.

- mente - Espero que… no me haya pasado de la raya y no la haya matado… pero de cierta forma… se lo merecía… supongo…- Ahora es hora de ir a la biblioteca- caminó por las calles que estaban repletas de principiantes y expertos que sabían el arte de alquimia.

En un callejón muy oscuro, algo se acercó a la luz del día, y fijó su mirada hacia la niña.

-Ella es… - susurró levemente.

Cuando llegó a la biblioteca, se encontró a Chesca (era la encargada total de la biblioteca, además estaba siempre presente en la sesiones del Estado) y le preguntó la información que necesitaba: descubrir quien había escrito el libro que tenía.

Chesca lo observa detenidamente durante un largo rato pero no pudo averiguar de quien era.

-Por que los exámenes para ser un alquimista estatal son solo para los hombres? – pregunto la niña, irrumpiendo en el silencio.

- Esa es la regla principal aunque hasta el momento no hay muchas mujeres que han aprendido a utilizar la alquimia, pero tú no deberías preocuparte por eso los hombres pueden tener destrezas únicas pero las mujeres también lo tienen, por ejemplo un libro no puede ser igual a muchos porque no tiene el mismo contenido…

-Creo que ya lo sé pero yo quiero ser una alquimista para recuperar algo que perdí y eso es lo más importante para mí en este momento – miraba fijamente a la cara

-Tus razones pueden ser esas pero es imposible que puedas participar… - mente - me hiciste recordar a alguien que conocí hace mucho tiempo que tenia las mismas razones y casi tu misma edad, se parece mucho a él… - se quedó mirando al vacío.

-Bueno me tengo que ir, supongo que tendré que seguir investigando. – salió rápidamente sin que Chesca se diera cuenta. – Mente – Ahora ¿a dónde ir…?

Mientras Chesca guardaba los libros que tenía en la mano y sobre el mostrador, se dio cuenta que el libro de la niña estaba allí y se lo había olvidado, salió bruscamente y se golpeó con la puerta de salida y se le formó un gran bulto en la cabeza (o sea un chinchón) Buscó la forma de encontrarla pero cuando salió no la vio y ya casi era de noche.

La niña buscaba un lugar donde pasar la noche, pero, con el poco dinero que poseía, no le alcanzaba para hospedarse en el hotel.

Mientras caminaba, pensaba en qué hacer.

-¿Qué voy hacer ahora? – se preguntaba la niña

- Creo que lo único bueno que me paso este día es llegar a Central y lograr transmutar algo con la ayuda de este libro… - le da una palmada a su mochila.

-No puede ser! ¿Y mi libro? – lo empezó a buscar entre los objetos de su mochila (en realidad solo estaba el poco dinero, el libro perdido y una tizas para hacer los círculos) pero no lo encontró y empezó a desesperarse

- De seguro lo deje en la biblioteca pero... ¿porque antes no me di cuenta? No puede ser que no me haya dado cuenta… mi mochila se volvió más liviana...- se agarró la cabeza- O.o - ¿puede ser que se me haya caído en el trayecto? – se sacudió un poco.

- ¡Ay! No lo sé; ¡Tengo que encontrarlo si o si! – lo dijo en voz alta.


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